En esta «moda», impuesta, copiada o seguida por inercia; es fácil equivocarse e invertir tiempo, dinero y esfuerzo en soluciones que si no contamos con un análisis previo y un plan estratégico estructurado y ajustado a las necesidades reales de nuestra institución o educandos; se convierten fácilmente en elefantes blancos o en proyectos a medias.
Toda institución que decide integrar la tecnología a su práctica cotidiana requere entonces de una fase previa de análisis que debe contener tres ejes a considerar:
Consideraciones curriculares
Relacionadas por ejemplo con la Reforma Educativa o las que nos marca la legislación educativa y el carisma educativo de nuestra institución, las condiciones del centro escolar, su comunidad docente, así como de alumnos y padres de familia.
Consideraciones didácticas
Parten del modelo educativo o visión del proceso de enseñanza- aprendizaje de la institución. A lo cual, debemos adaptar y desarrollar el tipo de actividades y contenidos que se requieren, el o los roles docentes y administrativos que serán necesarios; así como los procesos de evaluación del logro educativo.
Consideraciones tecnológicas
Cuál o cuáles son las tecnologías que nos resuelven los dos primeros puntos. Así como la eficiente corelación con el presupuesto económico requerido o existente para ejecutar la solución.
¿Cómo integras a la tecnología en tu práctica educativa?