Ezequiel Tinajero Fuentes
El aula de medios como espacio social
El aula de medios es el espacio físico en el cual se basa el modelo de comunicación educativa de Red Escolar en México. Desde este salón acondicionado con computadoras conectadas en red y hacia Internet, más su aparato decodificador y antena para la señal de EDUSAT, su televisión, su video- casetera y en su caso reproductor de DVD, sus acervos de discos compactos, videos y demás recursos multimedia, se están fundando espacios sociales.
En cada vez más aulas de medios del país, podemos verificar que no solamente son los recintos específicos donde se soportan las propuestas de aprendizaje de Red Escolar dentro del plantel. Muchos de estos salones, paulatinamente se transforman en entornos relacionales, espacios comunes en el que participan estudiantes, profesores frente a grupo, directores, padres de familia, vecinos… a quienes a partir de este momento llamaremos «interlocutores».
Todos estos interlocutores comparten los servicios que ofrece este peculiar salón. Pero no se trata nada más de usar al aula como el café Internet de la zona. De acuerdo a la experiencia, comenzamos a documentar que el aula de medios es un sitio donde la participación activa y las relaciones humanas se construyen bajo el pretexto del empleo de la tecnología.
El aula de medios en muchas de las primarias y secundarias en México, se ha convertido en un espacio social común y comunitario, en donde además de diseñar, planear, aplicar y participar con los recursos educativos de Red Escolar, así como de complementar la labor docente frente a grupo con el auxilio de herramientas tecnológicas, se llevan a cabo múltiples procesos en los que los interlocutores actúan entre ellos y se interrelacionan al compartir recursos materiales, expectativas y necesidades como sujetos sociales, alimentan sus necesidades intelectuales y fortalecen su identidad como miembros de la comunidad a la que pertenecen y que como veremos en seguida, este sentimiento de pertenencia comienza a abarcar esferas más allá del mero ámbito escolar.
Al invitar- involucrar a padres de familia, estudiantes de otros niveles educativos o de centros escolares vecinos, incluso de instituciones ajenas al ámbito educativo, los profesores responsables de aula de estas escuelas, han logrado vincular a este espacio inicialmente formativo con los esfuerzos y necesidades de búsqueda de información, capacitación, acceso a las tecnologías de la información y la comunicación [TIC], de prácticamente cualquier miembro de la comunidad interesado en emplearlas.
El aula como espacio de comunicación educativa
Pero al aula de medios no sólo se le socializa. Dentro de los aspectos meramente educativos, cada vez más profesores mexicanos la llevan por nuevos caminos.
En el campo de acción que propone Red Escolar, la comunicación y la educación son dos procesos fundamentales. Sin comunicación no hay educación. La educación implica necesariamente que exista comunicación. Junto a estos procesos se pretende integrar también la construcción y la significación de aprendizajes, así como convertir al estudiante en protagonista de la edificación de su propio conocimiento y donde el profesor pasa de ser el poseedor y emisor universal del conocimiento, a un guía e interlocutor que orienta el proceso educomunicativo. La tecnología en este modelo es una herramienta que integrada bajo estos lineamientos es un factor importante, pero no el único.
Con enorme gusto y orgullo, hemos observado que mediante la participación en los proyectos colaborativos tanto como en los cursos en línea de Red Escolar, se comienzan a sentar las bases de una educación en la cual la integración de las TIC, fomentan una mediación de las diversas sugerencias didácticas, lo cual también permite desarrollar la creatividad, el sentido de colaboración e impulsar el diálogo como elemento nodal de la comunicación educativa.
Mediación educomunicativa porque las propuestas de las ofertas de Red Escolar son analizadas y consecuentemente adaptadas a las necesidades académicas, y/o a los recursos técnicos existentes de cada grupo de interlocutores. Ajustes que incluso producen la creación –o al menos la necesidad de crear- proyectos y cursos que respondan a exigencias particulares de las distintas regiones y características socio- culturales y educativas de cada región de nuestro país.
Estas acciones al mismo tiempo promueven la creatividad, pues los constructos educomunicativos que surgen de la participación de estos interlocutores en Red Escolar van más allá de lo común. En diversas oportunidades, hemos podido constatar la producción de materiales multimedia, páginas de Internet, anteproyectos colaborativos para estudiantes, cursos técnicos y también didácticos generados por y para profesores locales, encuentros regionales para compartir y divulgar experiencias, manifestaciones artísticas de los jóvenes, entre muchos otros ejemplos que en síntesis reflejan la capacidad creativa que han sido capaces de producir bajo el pretexto tecnológico y mediante la construcción del conocimiento.
Y bajo este orden de ideas, la colaboración entre padres de familia, vecinos, estudiantes, profesores frente a grupo, profesores responsables de aula de medios, directores, personal de la coordinación de educación a distancia, comienza a rendir frutos. Si bien existen problemas serios casi siempre de índole burocrático en los altos niveles directivos done muchas veces lo que no existe es la colaboración, al interior de aquellas escuelas con profesores convencidos y enamorados de su aula de medios como de las bondades de Red Escolar, se tiene claro que el trabajo en equipo es la mejor vía para continuar la transformación de la educación básica.
Son ellos quienes progresiva y cotidianamente junto con sus los estudiantes hacen de la colaboratividad una metodología eficiente pero también atractiva para su proceso educativo. Trabajar en equipo y compartir la responsabilidad del aprendizaje es ya en muchos de estos centros escolares miembros de Red Escolar, una pauta.
Y decimos que son participaciones de alta calidad porque gracias a las características que hasta aquí hemos referido, las participaciones en los foros de Red Escolar, los trabajos finales, las actividades a lo largo de las etapas, etcétera, provenientes de escuelas michoacanas convencidas de la eficacia de su aula de medios son siempre destacables. Ya sea porque los estudiantes realizan investigaciones más allá de lo que se les pide, otras porque se comprometen socialmente con el tema académico que revisaron, y también porque elevan su calidad académica –su redacción, comprensión lectora, capacidad de análisis- síntesis y resolución de problemas- después de participar activamente en algún proyecto colaborativo.
El aula de medios como sede del diálogo
Así, confirmamos lo que expertas como la maestra Mercedes Charles afirma:
«El proceso de comunicación en el aula [y en el aula de medios, n. de r.] está conformado por elementos de índole individual y social, con carácter material y simbólico, que lo convierten en un fenómeno complejo en el que se relacionan diversos sujetos, constituidos como personas individuales y sociales, con el fin de poner en común, recrear, crear y negociar un conjunto de significaciones, en base a reglas previamente establecidas, en un determinado contexto educacional. En este proceso de creación, recreación y negociación entran en juego prácticas comunicativas de diversa índole: verbales, no verbales, icónicas, audiovisuales, kinésicas, etc., que se interrelacionan para constituir universos de significación.» (CHARLES, 1988),
Este complejo fenómeno, este diálogo que se genera además de ser presencial; es decir, dentro del aula y del aula de medios, también se proyecta a través de Internet -desde el aula y el aula de medios-. Y con ello el aula de medios además de ser un espacio social comunitario, se vuelve en punta de lanza para el tercer entorno (Echeverría, 2000); que no es otra cosa sino el nuevo espacio telemático que representan Internet y las TIC.
En este tercer entorno también se interactúa y se puede tener interactividad. Se mantiene relación con otras personas distantes o presentes y se sostiene actividad con las computadoras y sus programas –software-. Es un escenario tecnológico cuyas características particulares –multimedia, a distancia, hipertextual, etcétera-; implican la posibilidad de dialogar con otros que indican intereses similares; diálogo que si bien es mediante una máquina, se construye bajo las mismas condiciones que el diálogo presencial:
«¿Y qué es el diálogo? Es una relación horizontal de A más B. Nace de una matriz crítica y genera crítica. Se nutre del amor, de la humildad, de la esperanza, de la fe, de la confianza. Por eso sólo el diálogo comunica. Y cuando los polos del dialogo se ligan así… se hacen críticos en la búsqueda de algo. Se crea entonces, una relación de simpatía entre ambos. Sólo ahí hay comunicación.» (Freire, 1978, p104).
Cada vez más aulas de medios han logrado dar los primeros pasos en este sentido. Dialogan entre sí y con sus contrapartes a través de Internet. Testimonio de esto son las tenaces participaciones en los proyectos y cursos de Red Escolar, la creciente cantidad de mensajes suyos en los foros de los proyectos, así como la elevación en la calidad de éstos, tanto en forma como en fondo y contenido. Además de las constantes interlocuciones que mantienen con otras escuelas tanto del Estado como de otras entidades del país.
Para concluir, algunas aulas de medios se han convertido –y muchas más podrán hacerlo- en espacios sociales comunitarios donde el diálogo y la colaboratividad son los motores principales del cambio educativo que manifiestan. Han sido capaces de integrar a la comunidad y gradualmente incorporar los principales elementos del aprendizaje significativo, pero sobre todo, generar comunicación educativa.
Bienvenidas sean entonces las experiencias y enseñanzas de estas escuelas. Nuestro agradecimiento a los profesores y responsables de aula de medios de todo el país, quienes cotidianamente nos muestran y vivencian que el trabajo en Red Escolar y en las aulas de medios siempre está en constante evolución. Que las innovaciones además de las tecnológicas, son mejores cuando se diseñan para ser integradas socialmente, cuando se aplican bajo un modelo pedagógico de uso y apropiación.
REFERENCIAS
ALONSO, Jaime. (2004). El Sentido de Comunidad en los Nuevos Medios. Revista Razón y Palabra. Tecnología y Comunicación. Número 42. Diciembre 2004- enero 2005. [Revista electrónica].Disponible en: http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n42/jalonso.html
CHARLES Creel, Mercedes. (1988). El salón de clases desde el punto de vista de la comunicación. En: Perfiles Educativos No. 39. CISEUNAM. México. pp. 36- 46.
ECHEVERRÍA, Javier. (2000). Educación y tecnologías telemáticas. Revista Iberoamericana de Educación. Número 24. TIC en Educación. Septiembre- diciembre. [Revista electrónica]. Disponible en: http://www.campus-oei.org/revista/rie24a01.htm
ECO, Umberto. (1975). Apocalípticos e Integrados ante la cultura de masas. Barcelona: Lumen.
FREIRE, Paulo. (1978). La Educación como práctica de la Libertad. México: Siglo XXI.
GONZALEZ Morales, Laura. (1999). Metodología para la construcción de un modelo de comunicación educativa en el aula. En: Revista Razón y palabra No. 13. Año 4. Enero- marzo de 1999. [Revista electrónica].Disponible en: http://www.cem.itesm.mx/dacs/publicaciones/logos/anteriores/n13/metod13.html
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